viernes, 17 de abril de 2009

EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN

EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN
Leyendo el evangelio de Juan se comprende que este sacramento ha sido instituido directamente por Cristo cuando, después de haber resucitado, apareció a los apóstoles reunidos en el cenáculo, sopló sobre ellos y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados y a quienes se los retengáis, les quedarán retenidos"(Jn. 20, 22-23). El acto de Dios de quitar los pecados es extremadamente grande e importante. Ningún hombre tiene este poder por su naturaleza, pero lo tiene por delegación de parte de Cristo, que instituyendo el sacramento del sacerdocio, ha dado a los que lo reciben la potestad de perdonar los pecados y consagrar la Eucaristía. Cada vez, por tanto, que nos presentamos al sacerdote para confesarnos debemos pensar que nos encontramos frente a Jesús que continúa su obra de absolver los pecados.La confesión se llama también "sacramento de la reconciliación" porque reconcilia al hombre con la Iglesia a la cual, él con su pecado, ha inferido una herida.
Cada persona que comete un pecado mortal puede librarse inmediatamente de él con un perfecto arrepentimiento, es decir, con un arrepentimiento que nazca del amor y del sufrimiento de haber ofendido a Dios gravemente. pero es necesario confesarse en la primera ocasión. En este caso el pecado es quitado, se vuelve a un estado de gracia,Ningún hombre puede garantizar que un acto de arrepentimiento sea perfecto, por tanto el Señor ha instituido el Sacramento de la penitencia para dar al que se confiesa la certeza de haber recibido el perdón y de estar de nuevo en gracia. Por la potencia del sacramento, todos los pecados son perdonados, y esto es grande, importante y debe darnos serenidad. Es necesario no olvidar que cuando la gracia pasa a través de un acto sacramental es más poderoso, fuerte y garantizada. Debemos abandonarnos a Dios: si El, en su infinita sabiduría y omnisciencia, ha elegido este modo para hacer volver al hombre a la gracia, ciertamente es el mejor, y el que da mayor seguridad.
Todos deberíamos dar gracias al Señor por haber instituido el sacramento de la penitencia con el cual El nos da continuamente la gracia. Nosotros hombres, somos como los frágiles vasos de arcilla que se rompen fácilmente porque estamos expuestos a la debilidad y al pecado. Sólo Dios puede perdonar nuestras culpas, reconstruir el vaso roto y con su toque divino volverlo más hermoso que antes.
LA CONFESION ¿CON DIOS O CON EL SACERDOTE?
Las sectas nos dicen que: ¿Por qué nos confesamos con el sacerdote? Que eso está mal, que es un hombre pecador, que la Biblia lo prohíbe y que es mejor confesarse directo con Dios. Incluso muchos católicos piensan algo parecido. Veamos que es lo que dice la Biblia sobre esto para no cometer esos errores tontos que a muchos los hunde en el mar de la ignorancia, por no estudiar bien la Sagrada Escritura.
1.- JESUCRISTO DIO ESTE PODER A LOS APÓSTOLES.
Esta es la principal razón por la que nos confesamos. Somos discípulos de Jesucristo y le estamos obedeciendo. Él da este poder a los sacerdotes para que lo hagan en su nombre. “Reciban el Espíritu Santo: a quienes ustedes perdonen sus pecados, queden perdonados, y a quienes se los retengan, queden retenidos" Jn 20,22-23
“Todo lo que aten en la tierra, será atado en el cielo y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo" Mt 18,18
Estos pasajes están en todas las Biblias del mundo, incluyendo las que usan los hermanos separados. Así que nada de que la Iglesia inventó este sacramento ni de que la Biblia lo prohíbe, pues quien lo instituyó, fue Jesucristo.
Nuestro Señor Jesucristo es muy claro. Aquí está hablando del "poder" de "perdonar" y de "no perdonar" los pecados. No está hablando de que nos perdonemos cuando nos ofendamos, sino que "algunos" (los apóstoles y sus sucesores) tienen el poder de perdonar los pecados. Por supuesto Jesucristo sabía que ellos eran hombres pecadores y aun así les dio este poder.
“Jesús no dejó celulares para confesarse directamente con Dios. Dejó sacerdotes”.
2.- PRÁCTICA DE LA CONFESIÓN EN LA IGLESIA NACIENTE.
Veamos ahora cómo es que en los primeros años de vida de la Iglesia es que ellos entendieron este sacramento. "Muchos de los que habían creído venían a confesar todo lo que habían hecho" Hech 19,18. Este pasaje nos dice que cuando esas personas creyeron en Jesucristo, lo que hicieron fue " ir " a confesar sus pecados. La Sagrada Escritura dice "venían", habla de desplazarse de un lugar a otro. ¿A dónde fueron? ¿Por qué tenían que ir a otro lugar y no directamente con Dios? La respuesta es muy sencilla. Ellos iban buscando a los Apóstoles. Ahí confesaban sus faltas. Esto es lo que hacían los cristianos verdaderos de aquel tiempo y lo que los católicos seguimos haciendo en la actualidad. Además, la Biblia nos habla sobre el confesar a otro (el sacerdote) nuestras faltas: "Confiésense unos a otros sus pecados". Stgo 5,14-16. Es un mandato (imperativo). No es una opción. Tanto que dicen las sectas basarse en la Biblia y no ven con claridad estos pasajes bíblicos. La solución para entender esto es que los hermanos separados se pongan a leer la Biblia y la acepten tal como es.
3.- PRUEBA HISTÓRICA DE ESTE SACRAMENTO.
Algunos ejemplos de cómo este sacramento se ha celebrado siempre en la historia de la Iglesia son los siguientes: "Confesarse en la Iglesia antes de recibir el cuerpo de Cristo" (La Didaje, año 70). - "...declarando su pecado al sacerdote del Señor" (Orígenes, año 244). - "Agua y lágrimas no faltan en la Iglesia: el agua del bautismo y las lágrimas de la penitencia (confesión)"(San Ambrosio, año 395). - "Que nadie diga: cumplo la penitencia secretamente ante Dios. Acaso se dijo sin motivo: lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo"(San Agustín, año 430). Resumiendo, digamos que este sacramento es un regalo que nos dejó Nuestro Señor Jesucristo, la Biblia lo enseña y la Iglesia lo ha realizado desde sus orígenes. Acérquese a celebrarlo haciendo un buen examen de conciencia, arrepintiéndose y confesándose para disfrutar de la misericordia de Dios.
PASOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN
La Iglesia nos propone cinco pasos a seguir para hacer una buena confesión y aprovechar así al máximo las gracias de este maravilloso sacramento.
Estos pasos expresan simplemente un camino hacia la conversión, que va desde el análisis de nuestros actos, hasta la acción que demuestra el cambio que se ha realizado en nosotros. 1. Examen de Conciencia.- Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien. 2. Arrepentimiento.- Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos lastimado al que más nos ama: Dios.- 3. Propósito de no volver a pecar. Si verdaderamente amo, no puedo seguir lastimando al amado. De nada sirve confesarnos si no queremos mejorar. Podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo importante es la lucha, no la caída. No darse por vencido es la clave de la salvación. 4. Decir los pecados al confesor.- El Sacerdote es un instrumento de Dios. Hagamos a un lado la “vergüenza” o el “orgullo” y abramos nuestra alma, seguros de que es Dios quien nos escucha. Además debemos tener la seguridad que el sacerdote nunca revelerá los pecados que escucha; porque está bajo el juramento del secreto de la confesión. 5. Recibir la absolución y cumplir la penitencia. Es el momento más hermoso, pues recibimos el perdón de Dios. La penitencia es un acto sencillo que representa nuestra reparación por la falta que cometimos.
¿QUÉ ES EL EXAMEN DE CONCIENCIA?-
Examen de conciencia es recordar los pecados cometidos después de la última confesión bien hecha. "Cada uno examine su propia conducta, porque cada cual responderá por sus pecados ante Dios". (Gálatas 6,4)
¿CÓMO DEBEMOS HACER EL EXAMEN DE CONCIENCIA?
1) Pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine y nos recuerde cuáles son los pecados nuestros que más le están disgustando a Dios. 2) Vamos repasando los diez mandamientos para saber qué faltas hemos cometido contra ellos. Por ejemplo: - 1er Mandamiento: ¿Me acuesto o me levanto sin rezar? ¿Me avergüenzo de aparecer creyente ante los demás? ¿He creído en supersticiones, por ejemplo; horóscopos, amuletos, sales, brujas, lectura de naipes o de humo de cigarrillo, o espiritistas? - 2ndo Mandamiento: ¿He dicho el Nombre de Dios sin respeto y por cualquier tontería? - 3er Mandamiento: ¿He faltado a misa los domingos? ¿Cuántas veces? ¿Cuántos domingos voy a misa cada mes?- 4rto Mandamiento: ¿He desobedecido a mis padres? ¿No les he querido ayudar? ¿Los he tratado mal? ¿He perdido el tiempo en vez de estudiar o trabajar? - 5to Mandamiento: ¿He deseado que a otros les vaya mal? ¿He peleado? ¿He dicho groserías? ¿Tengo resentimientos contra alguna persona y no le quiero perdonar? ¿No rezo por los que me han tratado mal? ¿Me he burlado de alguien? ¿He puesto sobrenombres? ¿He tratado con dureza? ¿He dicho palabras ofensivas? ¿He hablado mal de otras personas? ¿He contado lo malo que han hecho o lo que dicen de ellos? ¿He escandalizado? (o sea, ¿he enseñado lo malo a los que no lo saben?) ¿Cuántas veces? ¿Me he aprovechado de los más débiles para golpearlos o humillarlos, para no pagarles su salario?- 6to Mandamiento: ¿He detenido en mi cerebro por varios minutos pensamientos o deseos impuros? ¿He mirado películas impuras, o revistas pornográficas o escenas impuras por televisión? ¿He dicho o celebrado chistes malos? ¿He hecho acciones impuras conmigo mismo o con algunas personas? ¿Tengo alguna amistad que me hace pecar? -7mo Mandamiento: ¿He robado? ¿Cuánto vale lo que he robado? ¿Pienso devolverlo o dar eso a los pobres? ¿He devuelto lo prestado? ¿He tenido pereza en cumplir los deberes?- 8vo Mandamiento: ¿He dicho mentiras? ¿He inventado de otros lo que no han hecho o dicho? ¿He hecho trampas en negocios o estudios? ¿He creído que Dios no me va a ayudar?
- 9no Mandamiento: ¿He codiciado la mujer o el esposo de mi prójimo? ¿He mirado a un hombre a una mujer de manera impura? - 10mo Mandamiento: ¿He deseado los bienes ajenos? ¿He sido envidioso? ¿He sido avaro? ¿He comido más de lo que necesito? ¿He sido orgulloso?
¿QUÉ OTRAS PREGUNTAS ME DEBO HACER AL EXAMINAR LA CONCIENCIA? ¿Cuáles son las faltas que más cometo y repito? ¿Cuáles serán las causas por las cuales cometo esos pecados? Por ejemplo: Soy de mal genio: ¿por que será? ¿Será que no descanso? ¿Será que me disgusto por pequeñeces que no disgustan a Dios? (Lo que no disgusta a Dios no me debe disgustar a mí) ¿Será que me preocupo demasiado como si Dios no cuidara de mí y no me fuera a ayudar? ¿Será que no me conformo con lo que Dios permite que me suceda? ("Todo lo permite Dios para el bien de los que lo aman", dice la Sagrada Biblia). Otro ejemplo: Hablo mal de los demás. ¿Por qué será? ¿Será que vivo juzgando a los otros olvidando lo que dijo Jesús: "no juzguéis y no seréis juzgados, condenéis y no seréis condenados" (Mt 7,1), o será que trato con personas murmuradoras que me prenden su murmuradera? Me vienen pensamientos o deseos impuros: ¿por qué será? ¿Será que veo películas impuras o malas en TV o leo revistas pornográficas, abro páginas pornográficas en Internet o no hago bastante ejercicio físico? Otra pregunta: ¿Cuál será el pecado mío que más le está disgustando a Dios? Si Cristo se me apareciera a ofrecerme quitarme un pecado, ¿Cuál le pediría que me quitara? ¿Qué voy a hacer para tratar de no cometer ese pecado?
¿QUÉ ES ARREPENTIRSE DE LOS PECADOS? Arrepentirse de los pecados es sentir tristeza o pesar de haber ofendido a Dios que es tan bueno y por haber hecho, pensado o dicho lo que nos hace daño a nosotros mismos o a los demás.
¿QUE HACER SI EL SACERDOTE NO QUIERE CONFESARME O ME ENCUENTRO CON UNO QUE NO ME INSPIRA CONFIANZA POR SUS CONSEJOS RELAJADOS?
A veces vas a encontrar sacerdotes que no tienen tiempo para administrar la confesión, porque desafortunadamente no le dan la importancia necesaria, o de repente vas a encontrar algún influenciado por el mundo y Satanás; simplemente no te desanimes busca otro sacerdote hasta que lo encuentres. Recuerda son humanos y el demonio está tras de ellos. Por eso también es necesario orar por los sacerdotes para que Dios nos de sacerdotes sacerdotes santos.
LA CONFESION Y LA PSICOLOGIA.-
Hace poco, la Revista norteamericana especializada en psicología: “Psicology Today” Sacó un artículo muy interesante en el cual decía que los países no católicos (protestantes y otros) estaban llenos de enfermos mentales, y gastaban millones de dólares en tratamientos con psicoterapeutas y psiquiatras; mientras que los países católicos no tenían ese problema en la forma tan exagerada de los primeros y pensaban que se debía a que los católicos tienen la confesión. Que gran invento que nos dejó Jesús: 1ro, nos reconcilia con su Dios al perdonarnos y 2do nos libera de las enfermedades psíquicas y físicas que nos podrían oprimir y enfermar.
“DA GRACIAS A DIOS POR HABER NACIDO CATÓLICO, NUNCA TE APARTES DE TU IGLESIA”

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